martes, 7 de agosto de 2012

MANANTIALES: ESPECIE EN EXTINCIÓN

Agua potable de manantial natural a una balsa de riego. Cabo de Gata, Almería, Verano de 2011
No es el cielo el que seca fuentes milenarias. Sino la mano del hombre. La mano irresponsable, codiciosa e ignorante. Insaciable de poder, de sometimiento de la naturaleza en su provecho inmediato y destructiva a largo plazo. Hemos perdido en Murcia y Albacete muchos manantiales que, como éste que vemos hoy aquí, en la mismísima costa almeriense (foto de arriba), salpicaban, hasta hace bien poco, toda la geografía del  sudeste de nuestra querida y maltrecha piel de toro.  
Sorprende ver, precisamente donde menos llueve de Europa, como aún se conservan estas maravillosas (y "monumentales") surgencias de agua  fresca y cristalina, que manan desde el interior de angostas y milenarias galerías subterráneas. Precisos y oscuros conductos horadados en coladas volcánicas por los antiguos pobladores de estas afortunadas costas del cabo de Gata. Manos respetuosas con lo que se hereda y al servicio de "otro saber del agua" más "consciente" que el de nuestro tiempo. 

Su simple existencia hoy, es en si mismo testimonio natural que rompe en mil pedazos "el mito de la sequía y de la escasez". Prueba viva de que el agua, en esta zona de Europa, no es ningún factor limitante al desarrollo social. 


Y si lo es, en cambio, la estupidez humana, que huye, sin mirar atrás de la sabiduría de nuestros mayores y de lo escrito en los libros. Corre desaforada en busca del precipicio del enriquecimiento material inmediato, pero que es, al mismo tiempo, el empobrecimiento económico, moral y cultural de las siguientes generaciones.

Las fuentes de los pueblos, caseríos y aldeas son un valor añadido de incalculable valor cuando están vivas y "cantarinas", cuando sus aguas fluyen y saltan por sus centenarias acequias; pero los empobrecen y deprimen cultural y económicamente cuando las dejamos perder. Ya hemos hablado de algunas de ellas: La Rafa y las Fuentes de Mula en Bullas, la poza termal de Somogil, en Moratalla, afortunadamente recuperada; mencionamos otras como las fuentes de los municipios de Caravaca (Fuentes del Marqués, Tosquillas, Ojos de Benablón, el Ojico de Archivel), la presa subterránea y su preciosa galería árabe de el Caño en la rambla de Nogalte (Puerto Lumbreras), los Ojos de Luchena en  Lorca o la templaria fuente de Architana en Calasparra, entre otras; todas ellas en la provincia de Murcia.

El autor en el nacimiento del manantial de la foto anterior
Ya hemos dicho aquí, quizá exhaustivamente, que los acuíferos a veces son los mismos estratos que se superponen unos encima de otros. Que la naturaleza los hizo independientes separados por capas impermeables arcillosas, margosas e incluso calizas. Que los más someros se descargan y drenan en humedales, fuentes y ríos. Y que el agua de los profundos va al mar sin entrar en contacto con los cauces fluviales, o se queda confinada a presión en el interior de la tierra.

Que cuando hacemos un pozo profundo podemos comunicar, sin quererlo, varios acuíferos superpuestos. Y si no ponemos remedio, cementando los tramos superiores (que no son el objetivo que buscamos), podemos  trasvasar el agua subterránea superficial de los acuíferos someros hacia los profundos a través del interior del propio pozo erróneamente construido. 

Otras veces, los manantiales brotan en una falla del terreno que pone en contacto sedimentos permeables e impermeables. El agua, como en el "vaso comunicante", surge al exterior a través de  esa falla, dando lugar a fuentes y humedales como los recientemente reaparecidos Ojos del Guadiana después de estar secos casi 30 años  y que pronto comentaremos. En este caso, los pozos cercanos a la falla restan presión a la surgencia  cuando bombean,  deprimiendo el nivel del agua subterránea en la zona de falla por debajo de la cota topográfica del terreno. La consecuencia es que el humedal se seca.

Esquema hidrogeológico que ilustra los dos tipos de manantiales arriba comentados. Los influidos solo por el efecto gravitatorio del agua de lluvia al infiltrarse en la montaña y encontrar un obstáculo en su camino descendente (izquierda de la imagen (Spring))  y los que surgen en fallas por la presión de confinamiento en la zona de recarga (derecha de la imagen). Fuente; S.G. de Reino Unido. UK Groundwater Forum
Pues bien, basta una sola imprudencia de las antes descritas para secar fuentes históricas de las de toda la vida. Y perder para siempre, no solo ya el agua de beber y de regar huertos y campos, sino nuestras propias raíces, la historia de nuestros abuelos, su forma de vivir, su sabiduría, parte de su patrimonio cultural, la civilización de compartir las tandas de agua entre vecinos, esa solidaridad y esa forma de sociedad casi fraternal. Valores hoy más necesarios que nunca.

Todo ello tiene fácil remedio desde la orilla de la ciencia, de la conciencia y del conocimiento hidrogeológico. Solo hace falta dos cosas: que a los políticos esto les importe y que los ciudadanos, concienciados y "despiertos", se lo demanden.

Mientras tanto, discúlpenme que descienda a la realidad y no de más datos de la ubicación exacta de este mágico manantial costero. Pues no me fío del todo del ser humano en general, aunque si en el particular de los que lo vienen cuidando y conservándolo día a día. Ojala que ejemplos como este  cundan, pues nos hacen mucha falta.

2 comentarios:

  1. Hola Francisco, muy interesante lo que comentas. ¿Podrías decirme si los pequeños manantiales de alta montaña sí que se están secando por la reducción de las lluvias debido al cambio climático? Te pregunto esto porque en la sierra de villafuerte y en el campo de San Juan(Moratalla)había multitud de fuentes y muchas de ellas se han secado. Con todos los paisanos de allí con los que hablo me dicen que es porque ya no nieva ni llueve como hace 20 años. ¿Habéis hecho algún estudio sobre los manantiales de esta zona (tierras altas de moratalla)? ¿Piensas que es ese el motivo? En esta zona, sobre todo en alta montaña, no hay problemas de sobreexplotación de acuíferos por pozos ya que casi todos los cortijos están abandonados. Respecto a lo que dices en otro artículo de tu web sobre utilizar la gran reserva de agua de los acuíferos de la región ¿no piensas que afectaría negativamente a las pocas fuentes y arroyos que nos quedan en la región? Muchas gracias

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    1. Un periodo de sequía no es un cambio climático. Según la AEMET en la región de Murcia y de Valencia la precipitación hoy (lluvia + nieve) es la misma que hace 100 años. En cambio, parece que la temperatura si ha aumentado ligeramente en ese mismo periodo. Nieva menos pero, de media, llueve más en el conjunto regional. Otro tema es la evapotranspiración desde grandes masas arbóreas reforestadas en los 60 y 70 con los árboles muy juntos. El agua de lluvias suaves se queda en las agujas de los pinos en forma de gotas y se evaporan sin tocar el suelo.

      Muchas fuentes someras se secan porque se hacen obras al lado (pozos, zanjas, carreteras) que rompen la losa impermeable que sujetaba el agua, y ésta se cuela para dentro buscando otro acuífero inferior. Eso lo puedes ver aquí en "las cataratas subterráneas de Lorca 1 y 2". Otras, son afectadas por pozos cercanos que reducen su presión de surgencia.

      Con respecto a las reservas, no pido utilizar reservas (100 mil hectómetros según el IGME) sino recursos renovables. Es decir, una parte de los 500-800 hm3/año que la cuenca del Segura está tirando al mar de forma subterránea todos los años y que no contabiliza como recursos natural propio el Plan del Segura porque no le da la gana. Sobre esto, puedes ver aquí dos entradas sobre la "SGD" la descarga subterránea submarina. Pon SGD en el buscador de arriba a la derecha.

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