Padre con su hijo pescando en el río Segura aguas arriba de la ciudad de Murcia. En primer plano, caudal de un pozo de sequía de la CHS aportado al río en el verano de 2006. |
La reserva de 400 hm3 para los embalses de Entrepeñas y Buendía y el caudal mínimo de 10 m3/s para Toledo y Talavera en verano, que prevé el Plan Hidrológico del Tajo, parece ser el principio del fin del trasvase Tajo-Segura. Se inicia, en esta primera fase, con una reducción del 50% del caudal anual medio trasvasado a Murcia y a Alicante y no puede descartarse que, en próximas revisiones, esta salvaguardia medioambiental siga en aumento. Este hecho, que en mi opinión no tiene vuelta atrás, debería condicionar el inminente nuevo Plan Hidrológico del Segura, poniendo ya la mirada en alternativas rentables como son las aguas subterráneas renovables de la propia demarcación del Segura y que esperan, pacientemente, ser cuantificadas.