miércoles, 7 de noviembre de 2012

LA RELACIÓN LORCA, EXTRACCIÓN DE AGUAS SUBTERRÁNEAS Y TERREMOTO ES FALSA

Cicatrices en la tierra que se abren al poco de infiltrarse el agua de las riadas en los acuíferos del valle de Lorca, Murcia. Grieta de unos 400 metros de longitud en El Esparragal (Puerto Lumbreras) aparecida después de la riada de la tristemente famosa rambla de Nogalte del 28 de septiembre de 2012. La grieta se encuentra en el límite occidental de una gran llanura de inundación endorreica de unos 100 km2 de extensión donde confluyen varias ramblas (Nogalte, El Murciano, la Torrecilla y Béjar por el norte y Purias y la Galera por el sur). Zanjas similares a ésta, aparecidas en otras partes del mundo, se asocian a derrumbes de galerías subterráneas (naturales o artificiales) también por efecto del agua infiltrada.


Según datos oficiales del MAGRAMAel agua subterránea en Lorca está a 50 metros de profundidad y no a 250 como se ha publicado en prensa. A 90 está en Totana y a 20 en Alhama de Murcia. Tres municipios murcianos enclavados en el Valle del Guadalentín. Dicho valle, es una depresión tectónica que se hunde entre relieves montañosos por el movimiento de fallas suroeste-nordeste. El desplazamiento de dichas fallas origina terremotos como el del 11 de mayo de 2011 en Lorca, que causó 9 muertos y cuantiosos daños materiales de los que sus habitantes aún no se han recuperado. (Ver también "El acuífero de Lorca no está sobreexplotado").

El relleno sedimentario del valle del Guadalentín tiene unos 500 metros de espesor medio. Por tanto, y con los datos que veremos del MAGRAMA, dicho recubrimiento (estratificado en capas de arenas y arcillas) se encuentra, casi totalmente, sumergido en agua. Solamente el 10% más superficial está seco.

Y así ha estado durante los últimos 30 años. Por tanto, no es cierto que un hipotético desecado del acuífero del entorno de Lorca en estos años haya favorecido la generación y propagación del último terremoto sufrido en Lorca, como aseguraba el 22 de octubre en nota de prensa el CSIC, alarmante noticia de la que se hicieron eco todos los medios de comunicación de España. Sencillamente porque tal desecado del subsuelo ,por sobreexplotación de acuíferos, no es cierto. Negamos la premisa mayor y veremos a continuación el porqué. 

Para ello tendremos que hablar de hidrogeología, de los dos acuíferos confinados de arenas y gravas que hay en dicho valle, del constante trasvase del agua del acuífero superior al inferior por el interior de pozos mal ejecutados y de las curiosas interacciones puntuales que se produce en estos tipos de acuíferos cuando varios pozos próximos bombean agua al mismo tiempo.

El MAGRAMA dispone en su web de una aplicación informática que nos permite visualizar en mapas los pozos de control del agua subterránea de España y su evolución a lo largo de los años. En la imagen de abajo se han ubicado estos puntos de control en el valle del río Guadalentín, donde se emplaza la ciudad de Lorca, y la profundidad del agua subterránea en todos ellos medida a finales de agosto de 2012.

Mapa obtenido del visor de piezometría del MAGRAMA del valle del Guadalentín con la situación de los pozos de control y la profundidad a la que se encuentra el agua subterránea. Obsérvese como en los más cercanos a la ciudad de  Lorca el agua se encuentra sobre los 50 metros de profundidad. Los valores superiores a los 200 metros son anomalías causadas por la interferencia del bombeo de pozos muy próximos en un acuífero confinado.

Centrémonos, en primer lugar, en el entorno de la ciudad de Lorca, circulo rojo de la izquierda. Allí se registra la evolución del agua subterránea en tres pozos cuyo nivel actual, y el de hace 25 años, está sobre los 50 metros de profundidad, como decíamos al principio.

Sus evoluciones a lo largo de los años se pueden ver pinchando en sus códigos identificativos 0728004, 0728204C y 0728204P. El primero de ellos registra datos desde 1986 hasta 2004 y, como puede verse en la gráfica siguiente, el nivel del a agua subterránea, a escasamente 3 km al sudeste del casco urbano de Lorca, estuvo durante esos 18 años en el entorno de los 40-60 metros de profundidad


Pozo de control junto a la ciudad de Lorca (0728004). Periodo de registro 1986-2004. Nótese como el agua subterránea se encontraba entre los 40 y los  60 metros de profundidad. (F: visor de piezometría MAGRAMA).

Los otros dos recogen datos actuales y en ellos el agua subterránea sigue estando muy cerca de la superficie del terreno, sobre los 52 metros de profundidad (ver los siguientes dos gráficos). 

Dos evoluciones actuales del agua subterránea en dos pozos junto a la ciudad de Lorca. Como puede verse, desde 2009 hasta la actualidad el agua se encuentra a unos 50 metros de profundidad, no a 250 metros, como se ha dicho en prensa recientemente. (Piezómetros  0728204C y 0728204P. Fuente MAGRAMA).

Y entonces surge "la pregunta del millón":¿Por qué aparecen medidas al oeste del valle del Guadalentín (bastante lejos ya de Lorca) de 200 y 250 metros de profundidad del agua?, ¿Cómo puede estar el agua de un acuífero en unos sitios a 50 metros y en otros 5 veces más profunda, haciéndonos pensar que este último dato es la norma general y no la excepción puntual?

Por tres razones:

a) litológicas: porque estamos midiendo acuíferos distintos. Hay pozos que captan únicamente agua del acuífero detrítico superior y pozos que lo hacen del acuífero detrítico inferior; pozos emplazados en el acuífero calizo-dolomítico Bético, que se encuentra próximo al borde sur del valle, y pozos del entorno de Puerto Lumbreras ubicados en una cubeta detrítica aislada lateralmente del resto.

En efecto, en la zona de la Torrecilla, por ejemplo, que se encuentra en el límite entre Lorca y Puerto Lumbreras, la CHS ejecutó en 2007 dos sondeos de unos 400 metros de profundidad que captan sólo el agua del acuífero detrítico confinado profundo. Agua potable, por cierto, a diferencia de la del acuífero superior. Se ha comprobado que este segundo acuífero, de arenas y gravas, aislado del superior por potentes estratos de margas y arcillas, tiene un coeficiente de almacenamiento (S) del orden de 1/10.000 y una Trasmisividad (T) de tipo medio.
Más evidencias de la existencia de, al menos, dos acuíferos superpuestos en todo el valle del Guadalentín, también la visualizamos en dos entradas anteriores (Las cataratas subterráneas de Lorca I y II). Allí veíamos vídeos del interior de pozos donde el agua del acuífero superior caía en "catarata" o cascada por el interior del propio pozo hasta llegar al nivel del agua del acuífero inferior. Por otra parte, desde mediados de los años 80, distintos estudios hablan de dos acuíferos superpuestos,  al menos en la mitad occidental del valle del Guadalentín (Totana-Alcantarilla).

b) hidrodinámicas:  porque estamos en acuíferos confinados y la influencia de muchos pozos bombeando juntos genera "embudos piezométricos" puntuales a modo de vórtices que hunden la superficie piezométrica del acuífero en ese punto. Distorsión que desaparece cuando nos alejamos del foco de bombeo. La explicación de estas interferencias por bombeos próximos en acuíferos confinados ya la comentamos, con ayuda del BGR alemán,  en la entrada "Afecciones entre pozos próximos"; y

c) de error en la forma de medir: porque el pozo de observación sea, al mismo tiempo, pozo de bombeo y la medida obtenida está distorsionada por los propios ciclos de extracción de agua diarios.

Algo de esto puede estar pasando en uno de los dos pozos ubicados al sudoeste de Totana (circulo central del  mapa del principio) que muestran niveles de agua tan distintos estando separados apenas unos 100 metros. Son los de referencia MAGRAMA 0730001 y 0730201. El segundo de ellos, de reciente ejecución, está más alejado de las influencias por bombeo y su evolución es "más pacífica" y tranquila, repitiéndose muchas medidas en el entorno de los 80-90 metros de profundidad del agua.

En el último circulo, el más al este, cercano a la localidad de Alhama de Murcia (0730202), registra datos desde 2009 y, aunque se aprecia la influencia de bombeos próximos, a juzgar por los dientes de sierra  de la gráfica, el agua oscila entre los 15 y los 20 metros de profundidad en una zona donde el relleno sedimentario tiene un espesor cercano a los 600 m. 

Al sudoeste de la localidad de Alhama de Murcia, sector oriental del valle del Guadalentín, el agua subterránea  se encontraba el pasado agosto a unos 20 metros de profundidad. (0730202). Fuente: MAGRAMA.
Entonces: ¿Cómo se puede afirmar tan rotundamente que el relleno del valle del Guadalentín está seco, y esto favorece la existencia de terremotos en Lorca, si el agua subterránea está a la profundidad de entre 50, 90 y 20 metros en al menos los 50 kilómetros de longitud del eje del valle que van desde Lorca hasta Alhama de Murcia? 

Concluyendo, y suponiendo un espesor medio de 500 metros de relleno sedimentario, podemos decir que, este valle, tan sísmicamente activo, esta sumergido en agua en su 90% de espesor vertical, y eso quiere decir que almacena no menos de 1.000 hectómetros cúbicos de agua (considerando una porosidad total media de tan solo el 1%).

De la subsidencia del suelo en el entorno de Lorca atribuida a la extracción de aguas subterranénas. También el CSIC achaca el hundimiento del suelo, visto desde satélite, a la extracción de aguas subterráneas. Cuando el año pasado por estas mismas fechas publicaba una noticia similar, ya la comentamos en este blog en las dos entradas antes citadas Las cataratas subterráneas de Lorca I y II.

No puedo negar esa subsidencia, vista desde satélites que orbitan fuera de la atmósfera terrestre, porque no soy experto en interferometría, aunque los autores tampoco muestren ahora, como tampoco mostraron el año pasado, ninguna prueba física sobre el terreno de dicha subsidencia. Tal hundimiento del terreno no lo pinta este prestigioso centro de investigación donde nosotros fotografiamos la grieta que aparece en la portada de esta entrada, en  Puerto Lumbreras. Por el contrario, dicha subsidencia se describe a unos 30 kilómetros  al nordeste de esta grieta, hacia Totana.

Pues bien, resulta sorprendente comprobar (con los datos que publica el IGME en el archivo documental digital de su web) que precisamente allí donde menos pozos ha habido históricamente y donde menos agua se ha sacado, es justo donde el CSIC describe la mayor susbsidencia. Y donde menos subsidencia detectan, hacia el sudoeste del valle (la Torrecilla y Puerto Lumbreras), es donde más pozos hay y son los que más agua bombean y han bombeado desde los años ochenta del siglo pasado hasta la actualidad. Vemos a continuación dos imágenes que ilustran esta información del IGME.


Izquierda, mapa de la subsidencia del terreno atribuida a la extracción de aguas subterráneas por el CSIC publicada el 24-10-2011 en diario Público. Derecha, mapa del IGME donde se ubican los pozos de la zona de Lorca y en circulo rojo la máxima subsidencia del mapa de la izquierda. Fuente: diario Público e IGME.
Detalle de la imagen anterior. Los puntos rojos y violetas son los pozos que más agua sacan y se encuentra  en el extremo opuesto al que se describe la mayor subsidencia. Ver más grande aquí. Fuente: diario Público e IGME.



Como conclusión de esta segunda parte diremos que: si hay alguna subsidencia al sudeste de la ciudad de Lorca, no será por la extracción de aguas subterráneas, como hemos explicado antes, ya que este agua se encuentra a unos 50 metros de profundidad, y no a 250 metros. 

En mi opinión, habría que estudiar más los movimientos verticales de las fallas del basamento y los efectos de, lo que hemos dado en llamar, las "cataratas subterráneas de Lorca". Estimar mejor la magnitud de este constante trasvase (a través de los propios pozos) desde el acuífero superior al inferior y si esta trasferencia descendente de agua, tan continuada y tan frecuente, lleva asociada lavado de finos y el consiguiente e indeseable trasporte de materia de arriba a abajo.

Para finalizar, volvemos por donde habíamos empezado: negando la premisa mayor. El valle del Guadalentín está lleno de agua y, por tanto, "la sobreexplotación de sus acuíferos" no puede ser la causa del virulento terremoto de Lorca de 2011, sencillamente porque tal hipótesis es falsa.

Es justo lo contrario, por lo visto en Castor o en procesos de fracking. Es precisamente la inyección de gas licuado o agua a alta presión la que, a modo de gato hidráulico, lubrica y separa los labios de las fallas profundas y favorece su desplazamiento, liberando la energía acumulada y produciendo terremotos.

3 comentarios:

  1. HOla Francisco.

    Soy Jose Martinez Díaz, Profesor de la Universidad Complutense.

    Me ha gustado mucho esta entrada, sobre todo tu explicación de las varieaciones del nivel piezométrico de unos pozos a otros. Estoy muy de acuerdo en todo lo que comentas. Nosotros hemos estado el terremoto de Lorca y las distintas cosas que se han publicado ultimamente y coincido en que no tiene porque haber ninguna relación.


    Tengo varias cosas que me gustaría consultarte, demasiado extensas para escribiras aquí. Te pongo aqui mi dirección e-mail por si puedes mandarme tu direccion para comentartelo en detalle.

    Gracias.

    jmdiaz@geo.ucm.es

    Un saludo

    Jose

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    1. Muchas gracias por su comentario. Encantado e ilusionado por compartir información. Mi correo electrónico es francisco.turrion@gmail.com

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  2. esta entrada publicada en el digital MURCIA CRÍTICA http://www.murciacritica.es/index.php?option=com_content&view=article&id=13089:la-relacion-lorca-extraccion-de-aguas-subterraneas-y-terremoto-es-falsa&catid=51:regional&Itemid=189

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