jueves, 13 de enero de 2011

AGUA MÁS ALTA QUE EL SUELO

Reflejo del sol en  la lámina de agua subterránea en el interior de un pozo de la huerta de Murcia (Santa Cruz) 
El agua subterránea en algunos pozos del municipio de Murcia está hoy más alta que la rasante del terreno. Una prueba más de la alta presión de confinamiento a la que se encuentra en el interior de la tierra. En la fotografía puede apreciarse como el agua en el pozo está más alta que el bancal de hortalizas que aparece al fondo de la imagen.
Si la tubería estuviera cortada a ras del suelo, el pozo sería surgente y el agua que fluye de él saldría al exterior e inundaría el terreno colindante. 
Detalle de la foto anterior. Se ve la luz del sol entrando en el pozo y hojas flotando en el agua subterránea
No es éste el primer y único caso que se conoce. En la vega del Segura, entre Murcia y Orihuela, puede haber una docena de pozos surgentes como este a día de hoy. El fenómeno no es nuevo y los regantes de la huerta murciana lo conoce desde antiguo. Esto es la prueba de que las lluvias de este otoño han recargado el acuífero profundo "a tope", hasta los niveles históricos máximos registrados en los años 70.

El agua de este acuífero se encuentra rellenando el espacio que queda entre los granos de gravas. Estos estratos de gravas están recubiertos por varias decenas de metros de arcillas impermeables, que aíslan el agua de la superficie y la mantienen presurizada. Cuando un pozo "pincha" el estrato de gravas, el agua contenido en él puede llegar a brotar en la superficie, sin ayuda de medios mecánicos, por efecto de la presión. La cota topográfica del agua que vemos en las fotografías es aproximadamente la misma que la que hay debajo del casco urbano de Murcia, que queda río arriba y más al oeste. En la ciudad, al estar el terreno más elevado, el agua no llega a salir a la superficie de la calle, pero si es achicada en garajes y sótanos. 

Esquema constructivo real de un piezómetro urbano de la CHS en Murcia (CHS, 2007). Aquí, el agua solo puede entrar al "micropozo" por  las gravas inferiores (naranja claro), pues el  resto  de la perforación está cementada (color gris). Una vez que el agua del terreno, que se encuentra a 19 metros de profundidad, se filtra al interior de este pozo de reducido diámetro, asciende casi 8 metros debido a la presión de confinamiento a la que se encuentra en el interior del acuífero cautivo.
Ese nivel de agua que hemos fotografiado es el nivel piezométrico del acuífero de gravas y no es el nivel freático. En efecto, por encima de esas gravas cautivas, con agua confinada a mayor presión que la de la atmósfera, descansa, como decíamos antes, un estrato impermeable de arcillas (ACUITARDO) que llega hasta la superficie del terreno. En el entorno urbano de Murcia, dentro de ese ACUITARDO, aparecen niveles de arenas con agua. Cuando excavamos en el suelo unos cuantos metros, encontramos agua contenida en esos niveles de arenas. Este agua es la que se achica en solares y sótanos, es el auténtico nivel freático y se encuentra a una profundidad ahora de entre 3 y 6 m. de la superficie, dependiendo de las zonas de la ciudad.

Otras veces esas arenas aparecen en la base del ACUITARDO, en contacto con las gravas. En este caso el nivel del agua es único. El nivel freático (n.f.) y nivel piezométrico (n.p) coinciden.

Si en la excavación de un solar nos acercamos a la base del ACUITARDO podemos provocar el sifonamiento del terreno ("arenas movedizas") por la irrupción del agua contenida en las gravas o arenas inferiores (ver esquema de arriba).  Esto acarrea multitud de problemas de drenaje y de "lavado de finos", ya comentados en otra entrada anterior, y la aparición de colapsos y subsidencias locales.

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