INTENTANDO APORTAR LUZ A LA IZQUIERDA SOBRE EL MAR MENOR PARA QUE NO MUERAN AMBOS

En los Presupuestos Generales de Estado de 2010 el Gobierno de Zapatero (PSOE) incluyo una obra de emergencia para bombear el agua subterránea de la red de desalobradoras del Campo de Cartagena y su vertido al Mediterráneo previa depuración.

Entonces (hace 12 años) el nivel freático no estaba tan alto como ahora, pero había consenso político en entender que si no se bombeaba el agua del acuífero los nitratos seguirían llegando al Mar Menor. Si los rechazos de las desalobradoras de los 800 pozos de los pequeños agricultores se metían en un sistema de recogida, trasporte, depuración y reutilización, era evidente que se cortaría el flujo subterráneo a las ramblas y a la laguna. Y esos pozos, al tener el vertido controlado, se hubieran podido legalizar. 

Pero esa solución los "empoderaría", y con sus pozos legalizados ya no dependerían tanto del agua del Tajo que les suministra la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena. El monopolio del agua estaba en peligro por ello, y quizá por presiones, esta obra tan necesaria no se hizo. Ni tampoco la prevista en este mismo sentido en el Plan Hidrológico 2015-2021 aprobado por el Gobierno de Rajoy (PP).

Si esas infraestructuras hubieran estado hechas y funcionando a mediados de la década pasada, no hubiera habido sopa verde en 2016 ni la anoxia de este verano de 2021. 

Es tan evidente, que el reciente "Plan Vertido Cero" de 2019 (iniciado por Rajoy y publicado en el BOE por Pedro Sánchez), apuesta por este drenaje del acuífero Cuaternario con pozos. Pero ¡oh!, sorpresa: ya no con los 800 pozos de los agricultores, sino con 99 pozos de nueva perforación a ejecutar por una gran constructora con el dinero de todos para que el agua bombeada del acuífero, desalobrada y desnitrificada, vaya a la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena y sea ella la que la distribuya en exclusiva. Es decir, para que el monopolio del agua de riego no solo no decaiga sino que se potencie aprovechando que los pozos de los pequeños agricultores están parados y las desalobradoras precintadas. 

Creo que la solución más eficiente era la de 2010. Es la más eficaz para cortar el flujo de nitratos al Mar Menor y para diversificar el poder económico en el Campo de Cartagena, ayudando a las pequeñas explotaciones agrícolas para que puedan sobrevivir frente a las grandes teniendo su propia agua de pozo legalizado y sus vertidos depurados. Lo mismo que hacemos en las ciudades con las aguas residuales de las viviendas: depurarlas. 

Pues solo con filtros verdes y quitando 800 ha de riego (de las 60.000) no se frenara el flujo subterráneo a las ramblas y al Mar Menor cargado en nitratos, y el problema se agravará hasta que ya no haya solución. 

Sería bueno que el Partido Socialista de la Región de Murcia retomara sus propias propuestas de 2010, que tanto consenso siguen teniendo, se reconciliara así con su electorado del Campo de Cartagena y lo sacara de las garras de la ultraderecha depredadora del medio ambiente.